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CLAVES EN HIDRATACIÓN
 
 
 
 

1.- Bebe sin esperar a tener sed.

La sed es una señal que nos avisa que hay que beber líquidos.

2.- Consume entre 2 y 2.5 litros de líquidos al día que te los aportarán...

los alimentos, como las frutas y verduras, el agua y las bebidas. En las comidas también es necesario mantener una adecuada hidratación.

3.- las bebidas con sales minerales pueden facilitar una mejor hidratación.

Las situaciones como el calor, la sequedad ambiental y otras circunstancias especiales pueden favorecer la deshidratación. Si tienes síntomas como sed, sequedad de mucosas y de la piel, o disminución de la cantidad de orina, las bebidas con sales minerales- en concreto sodio- y con azúcares de absorción rápida pueden facilitar una mejor rehidratación.

4.- Debes hidratarte antes, durante y después...

si realizas actividad y ejercicio físico, aunque sea de forma moderada, ya que el ejercicio produce la eliminación de agua y sales minerales. Se desacosejan las actividades físicas en las horas centrales del día durante la época estival.

5.-Si llevas a cabo algún tipo de dieta pueden variar tus requerimientos específicos de agua y por tanto tus necesidades de hidratación. Sigue siempre un modelo de ingesta de líquidos durante todo el día, con especial atención en momentos de calor y actividad física.

 

 

 

 

 ALERGIA

  Con la primavera, la prevalencia de las alergias aumenta debido a la polinización. ¿Quién no ha visto alguna vez las calles "nevadas" de esas pelusas blancas que normalmente se conocen como polen? ¿Y quien no ha evitado dichos lugares por miedo a la alergia? Pues bien, esa especie de algodoncillo blanco llamado vilano que envuelve las semillas del chopo, haciéndolas volátiles para facilitar así su dispersión y la colonización de otros espacios, resulta inocuo para el ser humano.

Surge entonces la duda de a qué se deben los síntomas que los pacientes polínicos presentan en esta época del año y la respuesta está en el polen de las gramíneas.

 

El polen está formado por partículas microscópicas y cuando se encuentra disperso en el aire es invisible al ojo humano.Si es verdad que una sola planta puede producir miles de granos de polen, los cuales, al amontonarse en el interior de las flores, pueden ser observados en forma de un polvillo amarillo. Todas las plantas polinizan, pero sin embargo, no todos producen polinosis. Aquellas que polinizan a través del viento, y no de los insectos, son las que producen la mayoría de las alergias respiratorias. Por lo general, son plantas que carecen de flores vistosas, ya que no tienen que atraer a los insectos y, como se sirven del viento, sus granos de polen suelen ser más pequeños, livianos y numerosos. Por todo esto se deduce que el polen de las flores vistosas, y aromáticas no suelen desplazarse por el aire a grandes distancias. Seria necesario encontrarse en estrecha proximidad de las plantas para que los síntomas fueran importantes y, por ello, es menos probable que causen alergia sintomática a una proporción importante de la población.

 

En los últimos años se ha registrado un aumento en las enfermedades alérgicas en general, este hecho multifactorial puede ser debido tanto a factores genéticos que definan la predisposición de un individuo a  padecer una enfermedad alérgica, como a factores ambientales como la frecuencia de exposición a los diferentes tipos de pólenes a lo largo de la vida. Además, en 1989 se propone la "hipótesis de la higiene" esta hipótesis podría estar en relación con el hábitat, principalmente en medios urbanos, excesiva higiene corporal, el menor número de integrantes de la familia y el contacto limitado con animales.

 

Dependiendo de la región en la que vivas los pólenes predominantes serán diferentes, así por ejemplo si resides en Madrid o Barcelona y eres alérgico a los pólenes de arizónicas y cipreses desarrollarás los síntomas de enero a marzo, si eres alérgico al plátano de sombra lo desarrollarás entre marzo y abril, los sensibles al polen de olivo o parietaria , o gramíneas de abril a junio y los sensibles a los pólenes de chenopodium (una maleza), entre junio y septiembre.

 

RECOMENDACIONES

Acudir al alergólogo cuando se sospecha de una rinitis por pólenes,

según los síntomas del paciente los fármacos habitualmente empleados para la rinitis son los antihistamínicos orales y los sprays nasales de corticoides tópicos.

En pacientes que además padezcan asma bronquial será necesario indicar inhaladores bronquiales antiinflamatorios y broncodilatadores.

Asimismo, en los casos en los que el tratamiento médico sintomático no sea suficiente, existe la posibilidad de la vacuna o inmunoterapia específica frente a pólenes, que debe valorarse de forma individual.

Además se recomienda utilizar gafas adecuadas cuando se sale a la calle los días de sol y viento y en la época de polinización, dormir e ir en el coche con las ventanas cerradas, secar la ropa dentro de casa o secadora y ducharse y lavarse el cabello al final del día durante la época de polinización.  Y en casa pueden emplearse aspiradoras o purificadores con filtros HEPA, que logran filtrar la mayoría de las partículas ambientales de pequeño tamaño.

 HIPERTENSIÓN

El 40 % de los españoles mayores de 35 años tienen la tensión arterial alta, una cifra que aumenta hasta el 70 % cuando llegamos a los 65 años.

 

La presión arterial es la fuerza que ejerce la sangre al circular por las arterias (presión máxima) y por las venas (presión mínima). Cuando la presión es demasiada elevada, la sangre golpea las arterias con mucha fuerza lo cual es muy perjudicial. Por eso, en tus revisiones médicas siempre se miden los dos valores de la presión:

La cifra más alta mide la fuerza de la sangre cuando el corazón se contrae (late), es la presión sistólica. Cuando esta cifra supera 140 mmHg se considera hipertensión, aunque algunos especialistas aconsejan que no suba de los 130 mmHg.

La cifra baja indica la fuerza mientras el corazón está relajando (llenándose con sangre), entre latido y latido; es la presión diastólica. Se considera hipertensión a partir de 90 mmHg, aunque algunos especialistas establecen el baremo en 85 mmHg.

 

Enemigo silencioso

 

La hipertensión, al igual que el azúcar o el colesterol elevados, es una enfermedad que no da síntomas, pero poco a poco daña el organismo. Por ello, si no se logra controlar los valores puede suceder que:

El corazón se daña. La sangre a gran velocidad "golpea" las arterias, las debilita y las endurece y,a su vez, hace que el corazón tenga que trabajar más, lo cual hace que se fatigue. El sobreesfuerzo del corazón favorece la insuficiencia coronaria, la angina de pecho o las arritmias, lo que conlleva un riesgo de trombosis o infarto.

El riñón se debilita. los riñones tienen que trabajar más para depurar la sangre que llega a un ritmo más rápido, y los vasos sanguíneos que pasan por los riñones se van endureciendo, lo que puede provocar a la larga que se produzca una insuficiencia renal.

El cerebro se resiente. La presióm arterial elevada puede acabar dañando las vías nerviosas, lo cual provoca que llegue menos sangre, y por tanto menos oxígeno, al cerebro; lo cual eleva el riesgo de ictus porque favorece la formación de trombos.

Los ojos sufren. Los ojos también pueden sufrir cuando tienes hipertensión o presión arterial alta. se tratde la retinopatía hipertensiva que ocurre cuando la presión arterial daña los vasos sanguíneos de la retina, lo cual puede afectar a la visión e incluso, si la presión sube mucho de repente puede causar una inflamación del nervio óptico llamada papiledema. Estos daños son irreversibles por ello, conviene controlar la tensión arterial y ocular.

 

10 Buenos hábitos para controlar la tensión

 

1.- Reduce la sal. La sal contribuye a que las arterias pierdan elasticidad, elije alimentos con bajo contenido en sodio y evita echar sal a tus comidas.

2.- Fruta y verdura, tus grandes aliados. las frutas y verduras contienen muchos nutrientes protectores de las arterias, sobre todo un tipo de antocianinas, que reducen la rigidez arterial. Además son fuentes de potasio, un minerla muy importante para el organismo, ya que reduce los efectos del sodio sobre la presión arterial.

3.- Toma el sol con moderación. Está comprobado que la falta de vitamina D puede endurecer las arterias y elevar la tensión. Pero hay que tener en cuenta que el 90% de la vitamina D que necesitamos proviene de la exposición al sol, ya que a través de la dieta no es tan fácil consumirla. Así, pues conviene que nos de el sol unos minutos, aunque sea en las manos. Pero te en cuenta que el uso de filtros solares y cremas solares dificulta la absorción de vitamina D, por tanto, es mejor no utilizar fotoprotectores, pero solo durante unos minutos.

4.- Alcohol sólo pequeñas cantidades. Bebidas como el vino o la cerveza pueden resultar beneficiosas, en cantidase pequeñas, pero este efecto protector se pierde cuando se bebe en exceso (más de una copa diaria para mujeres y mayores de 65 años, o dos copas para hombres menores de 65 años. Pero si ya estás tomando medicación para controlar la hipertensión NO debes probar el alcohol, ya que rebaja los efectos de la medicación.

5.- Olvídate del tabaco. La nicotina del tabaco aumenta la presión arterial y mantiene los niveles altos incluso una hora después de fumar. Y esto no solo ocurre entre los fumadores, sino también en las personas que están expuestas al tabaco.

6.- Mantén tu peso ideal. La obesidad, es sin duda uno de los principales factores de riesgo de la hipertensión, ya que el aumento de peso hace que también aumente la presión sanguínea, esto es así porque los kilos de más hacen que el corazón trabaje más. Con solo perder el 5-10% del peso, siempre que nos sobre, conseguimos resultados notables.

7.- Haz ejercicio aunque solo sea dar un paseo. El incremento de actividad física y el ejercicio moderado tienen efectos beneficiosos sobre la tensión arterial, incluso si no hemos bajado de peso. Caminar, nadar, bailar...cualquier ejercicio vale, pero hay que hacerlo durante 30 minutos diarios.

8.- Relájate. Los nervios mantenidos hacen que el organismo segregue adrenalina, lo que provoca que aumente el ritmo cardiaco y que los vasos sanguíneos se contraigan y, por tanto suba la tensión. Así, pues, regálate unos minutos de relax o practica ejercicio como el yoga y otras técnicas de relajación.

9.- Duerme bien. Durante el sueño, el corazón se relaja y eso hace que la tensión baje por unas horas, por tanto si descansamos mal y pocas horas, fuerza el corazón y empeora la hipertensión.

10.- Tómate la tensión de forma regular. Lo más práctico adquirir un tensiómetro en la farmacia para poder medírtela en casa cada día a la misma hora.

 

 

¿Preparada para el verano?
 
   Combate la celulitis
 

 

La celulitis se puede producir por diversos motivos, pero los más comunes son los debidos a alteraciones vasculares, a los tratamientos con anticonceptivos hormonales, malos hábitos alimenticios y un estilo de vida sedentario. Siempre mejorará en la medida que favorezcamos el drenaje y la circulación por lo que los geles  y cremas anticelulíticas, con su formulación estimulan la circulación, evitan la retención de líquidos, y ayudan a disolver grasas y evitan que se formen nuevos depósitos. Además suelen contener activos reafirmantes, hidratantes y antioxidantes para mejorar el aspecto de la piel. Para conseguir los mejores resultados es necesario aplicar el anticelulítico sobre la piel limpia para que se absorba correctamente, siendo fundamental adquirir el hábito de aplicárnoslo TODOS LOS DÍAS, después de la ducha, exfoliar la piel una o dos veces a la semana y aplicarlo mediante masajes circulares ascendentes, hasta su absorción, insistiendo en la zona abdomen, nalgas, caderas y muslos.

Disfruta del sol, pero cuidado con el melanoma.

El melanoma es un tipo de cáncer de piel, su nombre deriva de las células de la piel, melanocitos, que pueden mutar por el efecto de la radiacción solar causando el tumor. Tratándose a tiempo, no suele haber complicaciones, pero si por el contrario no lo hacemos, el melanoma puede llegar a originar metástasis.

Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, incluso en zonas que habitualmente no están expuestas al sol. Pero el riesgo aumenta si además de quemarse, se tiene la piel blanca y un gran número de lunares. Por ello es fundamental protegerse del sol con un protector solar adecuado a nuestro tipo de piel, en la farmacia te ayudaremos a definir cuál es el más adecuado para ti.

Para diferenciar un simple lunar de un melanoma, además de ir al dermatólogo, es importante que conozcamos regla ABCDE, que de una manera sencilla nos ayudará a diferenciarlos:

A.-ASIMETRÍA, las lesiones de melanoma por lo general son asimétricas.

B.- BORDES, las lesiones de melanoma suelen tener bordes irregulares y poco definidos.

C.- COLOR, es habitual que las lesiones de melanoma tengan una tonalidad o incluso más de un color (marrón, negro o azulado).

D.- DIÁMETRO, un tamaño superior a 6 mm puede ser un indicador de lesión maligna.

E.- EVOLUCIÓN, debemos observar que evolución tiene la lesión, si ha cambiado de forma, color, tamaño o aspecto puede alertar de un posible melanoma.

 

RECUERDA CADA VEZ QUE NOS EXPONEMOS AL SOL DEBEMOS HACERLO CON PROTECCIÓN SOLAR, DEBEMOS APLICAR LA CREMA ANTES DE SALIR DE CASA E IR RENOVANDO CADA DOS HORAS.

 

ADEMÁS DE LA PIEL...

¿PROTEGES TUS OJOS DEL SOL?

Para proteger los ojos de la radiación solar, debemos de tener unas gafas de sol homologadas, según la normativa vigente europea. A la hora de escoger nuestras gafas de sol, podemos elegir entre los distintos tipos de cristales:

1.- Los polarizados, que son adecuados para la mayoría de las actividades, especialmente para conducir ya que reducen los reflejos.

2.- Los degradados y los efecto espejo que, como reflejan más la luz, son muy adecuados para la nieve y para actividades acuáticas.

Según la actividad que vayamos a desarollar, debemos tener en cuenta el filtro que necesitamos: el cero es el nivel más bajo y 4 el más alto (para deportes en la nieve o en el agua). Para la ciudad con un filtro 2, es suficiente y para la montaña y la playa lo recomendable es un filtro 3.

CLAVES DE LA SALUD CARDIOVASCULAR

1.-Comer sano. Llevar una alimentación equilibrada y saludable.

2.-Evitar el sedentarismo. Andar más o realizar ejercicio físico tres días a la semana durante al menos 30 minutos.

3.-Controlar el peso.

4.-Dejar de fumar

5.-Vigilar la tensión arterial y el colesterol.

6.-Cuidado con la sal.

7.-Moderar el consumo de café. No más de dos o tres tazas diarias.

8.-Cocinar de forma saludable. Se recomienda cocinar los alimentos al vapor, horno o plancha, así como el consumo de aceite de oliva virgen por sus propiedades saludables.

9.-Eliminar el estrés.

10.- Revisiones periódicas. Seguir rigurosamente las indicaciones y el tratamiento establecido por el médico en aquellos casos en los que se diagnostique una enfermedad o riesgo cardiaco.

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